Últimamente se está hablando mucho acerca de la “activación del ADN“, algo que suele considerarse como un disparate más de la corriente New Age
sin base científica alguna. Sin embargo, un reciente estudio realizado
por investigadores de Wisconsin, España y Francia, aportó las primeras
pruebas de cambios moleculares específicos tras un periodo de meditación consciente. Este
estudio demuestra que realmente podemos activar ciertos genes durante
la meditación, una idea que se atribuía tradicionalmente a las
pseudociencias.
El
estudio investigó los efectos de un día de intensa práctica de
meditación consciente en un grupo de meditadores experimentados, en
comparación con grupo de sujetos de control sin experiencia previa de
meditación que participaron en actividades tranquilas no meditativas. Al
cabo de ocho horas de meditación, el grupo de los meditadores mostró
una serie de diferencias genéticas y moleculares, incluyendo niveles
alterados de la “maquinaria” encargada de la regulación de los genes
y una reducción de los niveles de genes pro-inflamatorios que, a su
vez, se correlacionaron con una recuperación física más rápida tras una
situación de estrés.
“Se trata del primer estudio que muestra rápidas alteraciones en la expresión de los genes
asociadas a la práctica de la meditación consciente,” afirma el autor
del estudio Richard J. Davidson, fundador del Centro de Investigación de
Mentes Sanas y profesor de Psicología y Psiquiatría de la Universidad
de Wisconsin-Madison.
“Lo que es aún más interesante, es que los cambios se observaron en
genes que actualmente son el objeto de estudio en ensayos clínicos de
fármacos antiinflamatorios y analgésicos,” declaró Perla Kaliman,
primera autora del artículo e investigadora en el Instituto de
Investigación Biomédica de Barcelona, España (IIBB-CSIC-IDIBAPS), donde
se realizaron los análisis moleculares.
El estudio se publico en la revista Psiconeuroendocrinología.
Las prácticas basadas en la meditación consciente han demostrado
efectos beneficiosos sobre los trastornos inflamatorios en estudios
clínicos anteriores, los cuales han sido validados por la Asociación de
Cardiología de los Estados Unidos de América como una medida de intervención preventiva.
Estos nuevos resultados proporcionan un posible mecanismo biológico
subyacente a los efectos terapéuticos. Asi, no se trata de estemos
cambiando nuestro material genético cuando alcanzamos estados de
meditación profundos, sino que cambiamos qué genes se expresan y en qué medida afectan al organismo.
BNE Torreón
- Fuente: Traducción original de Christian Simón Bueno; artículo en inglés en Spirit Science and Metaphysics
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