Te sientes deprimido y con poca
energía. La mayoría de tus síntomas
indican que tienes depresión, pero tu no te sientes deprimido
y tampoco con una actitud extremadamente negativa, por lo cual tienes dudas si
efectivamente estás o no deprimido. Pero también podría ser una falsa
depresión debido
a la deficiencia y desequilibrio de algunos de los principales
neurotransmisores.
Los
neurotransmisores son mensajeros químicos que se encargan de transmitir la
información entre las distintas zonas del cuerpo y su sistema nervioso
especialmente el cerebro, médula espinal y los nervios.
Son capaces de estimular o inhibir los estados emocionales, la respuesta al
dolor y el ciclo sueño-vigilia, pero su desequilibrio puede causar daños
cerebrales y alterar el correcto funcionamiento del cuerpo.
Entre los más importantes se encuentran los que ejercen su influencia sobre las
neuronas como: la acetilcolina, dopamina, adrenalina,
noradrenalina, serotonina, ácido gamma-aminobutírico o
GABA.
Desequilibrio de los
Neurotransmisores o Falsa Depresión
La depresión y angustia son
efectos de un desorden o desequilibrio de los mensajeros o neurotransmisores,
causado principalmente por el estrés y en otros casos por causas
fisiológicas.
Un ejemplo para comprender esto fácilmente: En un día común y corriente,
mientras todo está en equilibrio nuestro cerebro envia y
recibe millones de mensajes. Nuestro sistema biogenético amino/endorfina envia
mensajes que son "felices o positivos", son llevados por "Mensajeros
Alegres",
mientras que los mensajes "negativos o sombríos" son llevados por los
"Mensajeros
Tristes".
Pero cuando has tenido un problema, o estás excesivamente preocupado por algo,
o haz vivido algun
evento que te causa pena y tristeza, todo ese equilibrio natural se altera. Ahi
entra en escena el estrés, quien se encarga de desordenar y alterar todo,
especialmente la entrega de "mensajes
correctos".
Puedes sentirte eufórico sin motivo, o profundamente triste y con angustia;
además sientes que no lo puedes evitar conscientemente. Esto es un antecedente
de un estado de desequilibrio químico en tu cerebro como respuesta o efecto al
estrés prolongado. Pero tu lo vives como una sensación o sentimiento de
tristeza, desgano, desmotivación y falta
de fuerza de voluntad, y en algunos casos más extremos sientes
que no tienes ganas de vivir.
Si te sientes de alguna manera identificado con los síntomas anteriores te
invitamos a comprender un poco el efecto de los neurotransmisores para luego
buscar la manera de restablecer su balance.
Recuerda que estos síntomas también son similares en los casos de personas
que consumen
altos niveles de cafeína o son alérgicos al café o
han ingerido un exceso de micotóxinas
en los alimentos y en otros, por infecciones comunes
como la Candidiasis.
Síntomas y Efectos de los
Neurotransmisores
La Acetilcolina
La acetilcolina es el neurotransmisor neuromuscular y está más relacionada con
la memoria, la transmisión del dolor, el calor y los sabores; también
interviene en la frecuencia cardíaca, la función de la vejiga, la secreción
salivar y el ciclo sueño-vigilia. Regula la capacidad para retener una
información, almacenarla y recuperarla en el momento necesario. Cuando el
sistema que utiliza la acetilcolina se ve perturbado aparecen problemas de
memoria y hasta, en casos extremos, demencia senil.
La acetilcolina se elabora a partir de la colina y la glucosa presentes en los
alimentos de nuestra dieta. Se ha demostrado que la deficiencia de acetilcolina
puede aumentar el riesgo de enfermedad de Alzheimer.
La Dopamina
La dopamina hace parte de los “mensajeros alegres” con la noradrenalina y la
serotonina, ya que su liberación en el cerebro desencadena sensaciones de
euforia, felicidad y fuerte autoestima. Crea un “terreno favorable” a la
búsqueda del placer y de las emociones así como al estado de alerta. Potencia
también el deseo sexual y aumenta la capacidad cognoscitiva. Al contrario,
cuando su síntesis o liberación se dificulta puede aparecer desmotivación e,
incluso, depresión.
La dopamina precipita una señal química que activa la parte frontal del
cerebro, responsable que una persona realice actividades fuera del límite de
sus capacidades. Así mismo, produce la conocida sensación de bienestar eufórico
de las personas adictas al ejercicio.
Una disminución de dopamina en ciertas áreas del cerebro provoca temblores y
parálisis propias de la enfermedad de Parkinson; y una elevada cantidad de la
misma causa alucinaciones y paranoia, muy comunes de la esquizofrenia.
La Noradrenalina
La noradrenalina se sintetiza a partir de dopamina y se encuentra en menor
cantidad que esta. Se libera desde la médula suprarrenal a la sangre como una
hormona hasta llegar a los receptores adrenérgicos del sistema nervioso. Es la
hormona del estrés y afecta regiones del cerebro que controlan la atención y
las acciones de respuesta. Junto con la adrenalina, la noradrenalina interviene
en la respuesta a la lucha y la huída,
aumentando la frecuencia cardíaca, la glucosa y el flujo sanguíneo hacia los
músculos.
Se encarga de crear un terreno favorable a la atención, el aprendizaje, la
sociabilidad, la sensibilidad frente a las señales emocionales y el deseo sexual.
Al contrario, cuando la síntesis o la liberación de noradrenalina se ve
perturbada aparece la desmotivación, la depresión, la pérdida de libido y la
reclusión en uno mismo.
La
Serotonina
La serotonina es un neurotransmisor que juega un papel importante en diversas
funciones cerebrales. Controla el estado de ánimo y está asociada al sueño y la
vigilia, la conducta sexual, conducta suicida y estados alucinatorios
provocados por drogas. También interviene en la percepción del dolor, en la
temperatura corporal, la actividad hormonal y la tensión arterial, así como en
trastornos gastrointestinales y cardiovasculares.
La serotonina se produce a partir del triptófano, un aminoácido presente en la
dieta, y también está presente en la mayoría de los
alucinógenos.
El Ácido gamma-aminobutírico o
GABA
Se sintetiza a partir del ácido glutámico y es el neurotransmisor más extendido
en el cerebro. Está implicado en ciertas etapas de la memorización siendo un
neurotransmisor inhibidor, es decir, que frena la transmisión de las señales
nerviosas. Sin él las neuronas podrían –literalmente- “embalarse”
transmitiéndonos las señales cada vez más deprisa hasta agotar el sistema. El
GABA permite mantener los sistemas bajo control. Su presencia favorece la
relajación. Cuando los niveles de este neurotransmisor son bajos hay dificultad
para conciliar el sueño y aparece la ansiedad.
La Adrenalina
Es un neurotransmisor que nos permite reaccionar en las situaciones de estrés.
Las tasas elevadas de adrenalina en sangre conducen a la fatiga, a la falta de
atención, al insomnio, a la ansiedad y, en algunos casos, a la
depresión.
Los efectos de los
neurotransmisores sobre el estado de ánimo
El alto o bajo nivel de los
neurotransmisores tiene una notable influencia sobre las funciones mentales, el
comportamiento y el humor. Estos son algunos de sus efectos sobre tus estados
de ánimo.
Serotonina
-Los niveles altos de serotonina producen calma, paciencia, control de uno
mismo, sociabilidad, adaptabilidad y humor estable.
-Los niveles bajos, en cambio, hiperactividad, agresividad, impulsividad,
fluctuaciones del humor, irritabilidad, ansiedad, insomnio, depresión, migraña,
dependencia (drogas, alcohol) y bulimia.
Dopamina
-Los niveles altos de dopamina se relacionan con buen humor, espíritu de
iniciativa, motivación y deseo sexual.
-Los niveles bajos con depresión, hiperactividad, desmotivación, indecisión y
descenso de la libido.
Adrenalina
-Los niveles altos de adrenalina llevan a un claro estado de
alerta.
-Un nivel bajo al decaimiento y la depresión.
Noradrenalina
-Los niveles altos de noradrenalina dan facilidad emocional de la memoria,
vigilancia y deseo sexual.
-Un nivel bajo provoca falta de atención, escasa capacidad de concentración y
memorización, depresión y descenso de la libido.
GABA
-Los niveles altos de GABA potencian la relajación, el estado sedado, el sueño
y una buena memorización.
-Los niveles bajos producen ansiedad, manías y ataques de pánico.
Acetilcolina
-Los niveles altos de acetilcolina potencian la memoria, la concentración y la
capacidad de aprendizaje.
-Un bajo nivel provoca, por el contrario, la pérdida de memoria, de
concentración y de aprendizaje.
Publicado en Terapias-Psicologia