El cerebro humano (Parte I)
Por Enric Corbera
El cerebro humano tiene partículas de
magnetita, por lo tanto nosotros estamos influenciados por el campo magnético.
De alguna forma como las aves migratorias y otros animales emplean los flujos del
campo magnético para seguir sus rutas migratorias.
La pregunta es: ¿Cómo nos afecta esto a
nosotros?
Albert Einstein de alguna forma nos orienta
en la dirección correcta y nos dice:
“Tendremos que pensar de un modo
sustancialmente nuevo si queremos que la humanidad sobreviva”.
Nunca sabremos que tenía Einstein en
mente cuando hizo esta declaración profética.(fuente: Gregg Braden , El Tiempo
Fractal, pág. 201 Ed. Sirio)
Las emociones del corazón que nos
caracteriza como seres humanos parece influir en los campos magnéticos
terrestres. Ello interacciona con los cambios climáticos y hasta la paz entre
las naciones.
El campo magnético del corazón es hasta
5000 mil veces superior que el campo magnético del cerebro.
Todos estos descubrimientos llevan implícito
unas connotaciones fundamentales con relación a nuestro planeta y a todo lo que
acontece en él.
La primera implicación a nivel de nuestro
universo local, o sea, nuestro cuerpo, es que el campo magnético del corazón
responde a la calidad de nuestras emociones. Las emociones llamadas positivas
aumentan el equilibrio físico de las hormonas y del ritmo cardíaco, así como la
claridad mental y la productividad. Las emociones negativas influyen
hasta mil cuatrocientas alteraciones bioquímicas, entre las cuales están el
desequilibrio hormonal, trastornos del ritmo cardíaco, la falta de claridad
mental y bajo rendimiento.(1)
(1) Estudios
dirigidos por el Instituto HeartMath confirman los cambios bioquímicos
producidos en el cuerpo humano en respuesta a l estrés. Los hallazgos originales se encuentran en Glen Rein,
Mike Atkinson y Rollin MacCraty, “The Physiological and Phsychological Effects
of Compasion and Anger”, Journal of Advancement in Medicine, vol,8,nº 2
(1995):pp.87-105. La siguiente página web contiene un resumen de
estos hallazgos y recomendaciones sobre cómo transformar el estrés:
La segunda implicación sería que la
relación que existe entre el corazón humano y el campo magnético de la Tierra,
sugiere que “las fuertes emociones colectivas tienen un impacto significativo
en el campo geomagnético de la Tierra.
Howard Martin uno de los pioneros del
Instituto HeartMath nos dice:
“Podríamos entender el corazón como un
centro de control principal, que va mandando señales al resto de nuestro
cuerpo. Hoy sabemos que la función cerebral depende mucho de las señales que
manda el corazón”.
El mismo autor nos confirma que el cambio
de emociones que experimenta el sujeto produce un cambio en el campo magnético
de su corazón.
Con esta toma de conciencia desarrollamos
una nueva inteligencia, la podemos llamar inteligencia emocional. Esta
inteligencia será cada vez superior cuando vamos tomando conciencia de nosotros
mismos. Cuando nuestra relación emocional se equilibra y ello se consigue
cuando ponemos nuestro cerebro a las órdenes de nuestro corazón.
En nuestra sociedad actual, esto es
totalmente impensable, vivimos en un mundo muy mental, muy racional, muy
cartesiano. Estamos ante el gran cambio de paradigma comparable al
descubrimiento histórico de Copérnico: ¡¡¡Es la Tierra que da vueltas alrededor
del Sol y no al revés!!!
Ahora la historia nos pide este cambio y consiste
en que debemos de hacer girar nuestras decisiones alrededor del corazón y la
mente debe (con su raciocinio) llevarlas a la acción. El corazón es el Sol de
nuestro universo personal, él nos alumbra con sus intuiciones, intuiciones que
provienen de la luz de nuestra alma.
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