Salgamos de la historia del bueno y el malo. Todo es como es y asi es como nos sirve para crecer...
La falsa percepción de quienes somos ha desvirtuado nuestro camino de evolución. La creencia que somos malos y debemos ser buenos nos lleva a poner el aprendizaje en un formato de error. Y, así, nos garantizamos la culpa suficiente para quedarnos en el castigo por un tiempo más, en lugar de dar paso a la corrección y seguir andando, ahora más claros.
Un Curso de Milagros nos recuerda que el único error es la pérdida de tiempo. Ya que al no ver el aprendizaje, nos quedamos royendo el hueso para ver cuanta más carne le podemos sacar. Incluyendo, quizas, tiempo excesivo de terapia o buscando soluciones externas, tratando de entender todos los porque y, eventualmente, buscando algún otro responsable de lo que nos pasó. Todo lo que elegimos, lo que vivimos y eventualmente repetimos, es parte de la experiencia necesaria para ver algo de nosotros que no podíamos ver. No hay buenos ni malos, solo algunas experiencias se sienten mejores que otras, pero nada más. Mientras menos tiempo dediquemos a preguntarnos ¿Por qué me paso esto? y más energía pongamos en ver hacia adelante, preguntándonos ¿Qué es lo que quiero hacer son esto? estaremos literalmente fluyendo más fácilmente en nuestra evolución. Y en ese fluir, no hay demoras. Porque si estamos aprendiendo, no podemos errar. Julio Bevione |
No hay comentarios:
Publicar un comentario