Por un momento detente, obsérvate y piensa:
·
¿Cómo te definirías a ti mismo?
·
¿Qué cosas negativas tienes y quieres cambiar?
·
¿Qué es lo mejor que tienes?
·
¿Cuál es tu talón de Aquiles?
·
¿Y tu fortaleza?
Todos tenemos una imagen de nosotros
mismos, y esa imagen conforma lo que llamamos autoestima, la cuál será positiva o negativa de acuerdo con la
forma en que nos percibamos, nos miremos y nos describamos.
Somos nosotros mismos quienes nos
calificamos como buenos o malos, y según ese puntaje otorgado nos presentamos y
nos predisponemos frente a la vida y a los otros. Si tu autoestima es pobre,
seguramente te sentirás incapaz de alcanzar un mejor sueldo, un mejor trabajo,
una casa más grande, un proyecto mejor; porque según el valor que te
adjudiques, de tal forma funcionarás.
Cuando caminas y te mueves con
seguridad, tu estima aumenta, se fortalece y pasas de ser un individuo pasivo a
ser una persona activa. Dejas de autoboicotearte para entrar en la senda de la
acción.
Afirma, valora tu ser interior,
desarrolla una estima inquebrantable y pon en práctica esta ecuación:
cuanta más confianza, más estima;
cuanta más estima, más metas alcanzadas.
cuanta más confianza, más estima;
cuanta más estima, más metas alcanzadas.
B.Stamateas
No hay comentarios:
Publicar un comentario