martes, 28 de enero de 2014
lunes, 27 de enero de 2014
lunes, 13 de enero de 2014
domingo, 12 de enero de 2014
Sanarse con el Corazón: la Cura milagrosa.
"PULSION" Obra del Artista Plástico Osvaldo Rodríguez |
La enfermedad es algo con lo que
la humanidad ha batallado durante mucho tiempo. Actualmente, se puede encontrar
allá afuera una gran variedad de alternativas, medicinas, remedios, terapias,
etc. para lograr una sanación. Sin embargo, a pesar de las muchas propuestas,
no siempre la persona puede lograr una sanación entera, no siempre funciona lo
que se elige o funciona por períodos. Muchas veces, por más que se busca, no se
encuentra la forma de sanar por completo una afección, y se tiene que padecer
de por vida, haciéndose uno esclavo o preso de medicamentos, consultas,
dolores, etc.
¿A qué se debe la Sanación del
Corazón?
La sanación es un proceso de
recuperación del equilibrio y las funciones naturales y espontáneas del cuerpo.
En realidad, la salud es el estado natural del ser humano. Lo único que hacemos
nosotros es interferir o dejar fluir la capacidad que tiene el cuerpo para
estar sano.
Una sanación completa no
solamente considera un cuerpo, pues el cuerpo sólo es el reflejo de una serie
de hábitos y actitudes tanto físicas como emocionales y mentales. Si uno se
enfoca en el cuerpo para sanar, lo que se considerara es eliminar el síntoma y
entonces la curación estará enfocada en “quitarse el dolor” o el desagradable
síntoma cuanto antes, lo que puede provocar que no se lleve a cabo una cura
completa, sino un efecto pasajero de alivio. Entonces, tenemos que el dolor se
va de momento, pero luego la enfermedad regresa o incluso se agrava.
No es lo mismo aliviarse que
curarse. El alivio es una salud pasajera. La curación consiste en volver al
cuerpo fuerte, resistente y energético. Cuando uno busca alivio, busca
deshacerse del dolor, ya sea disfrazándolo o adormeciéndolo con pastillas sin
querer saber más de él. Cuando uno busca sanarse, busca entender el dolor para
poder transformarlo.
¿Cómo ocurre una Curación
completa?
Una cura completa ocurre cuando,
ya sea de forma consciente o inconsciente, se libera de nosotros aquello que
está obstruyendo nuestra propia capacidad curativa. Muchas veces no importa tanto
el remedio que escojamos para sanarnos, sino que lo que más importa es la
intención que tengamos de sanarnos y de considerar y “ver” algo en nosotros
mismos que desconocíamos o no comprendíamos.
La salud de nuestro cuerpo no es
cosa de suerte. Como hemos dicho, es el resultado de una serie de hábitos y
actitudes. Y así como el alimento forma parte esencial de una curación y los
hábitos de vida como el descanso, el buen respirar, etc. son parte fundamental
de la curación, también lo que sentimos influye poderosamente en nuestro
cuerpo. El cuerpo refleja, entre otras cosas, lo que nos conmueve y emociona, y
la forma en la que reaccionamos ante lo que nos sucede diariamente. Así que si
queremos un cuerpo realmente fuerte y curado, necesitaríamos considerar la
forma y la perspectiva con la que estamos viviendo, pues ese puede ser el punto
clave para lograr una curación efectiva, profunda e incluso rápida o hasta
milagrosa. Considerar esto es considerar la parte más sublime del ser humano:
su ser espiritual.
Además de elegir un tratamiento
para tu curación, una dieta adecuada y ciertos hábitos de vida, te recomendamos
seguir esta guía curativa-emocional que te ayudará a sanarte profundamente.
¿Cómo sanar desde el Corazón?
¿Cómo sanar desde el Corazón?
En realidad es muy sencillo. Se
trata de hacer un poco de consciencia en la forma en la que se está viviendo.
Muchas veces no se nota, pero se está viviendo con mucha tensión, presión,
prisas, descontento, etc. Muchas personas se han acostumbrado a vivir bajo
presión, miedo, ira, o ansiedad e incertidumbre, todo esto influye de forma
poderosa en la salud, pues bloquea el buen funcionamiento de los sistemas y
órganos.
Si te encuentras enfermo o
enferma y deseas curarte en verdad, aprovecha este momento y conviértelo en un
momento de introspección profunda el cual te ayudara a curarte y a que tu
cuerpo en verdad se vuelva más resistente y fuerte.
Algunas preguntas y recomendaciones clave para hacer consciencia y sanar desde el corazón.
Algunas preguntas y recomendaciones clave para hacer consciencia y sanar desde el corazón.
Mira lo que haces con más
profundidad y pregúntate si estás enfermo:
¿Realmente disfruto lo que hago diariamente? ¿Estoy trabajando con miedo o tensión? ¿Invierto mi tiempo en lo que realmente quiero? Y si no, ¿en qué me gustaría realmente invertir mi tiempo? ¿Por qué no lo hago? ¿Estoy trabajando con un sentimiento de competencia? ¿Me exijo demasiado?
¿Realmente disfruto lo que hago diariamente? ¿Estoy trabajando con miedo o tensión? ¿Invierto mi tiempo en lo que realmente quiero? Y si no, ¿en qué me gustaría realmente invertir mi tiempo? ¿Por qué no lo hago? ¿Estoy trabajando con un sentimiento de competencia? ¿Me exijo demasiado?
Complacer o rescatar a los demás:
También debes considerar estas
preguntas: ¿Estoy tratando de quedar bien con algo o con alguien? ¿Me siento
forzado a decir lo que no siento o a ser lo que no soy? ¿Quiero rescatar a
alguien o ser “el bueno” de la película, olvidándome de mi mismo?
Estas son otras preguntas claves:
Estas son otras preguntas claves:
a) ¿Qué es lo más importante en
mi vida? ¿Realmente estoy dedicando mi vida a lo que quiero?
b) ¿Estoy encaprichado en que
alguien me de lo que necesito y quiero?
c) ¿Le exijo constantemente a las personas como deben ser, según mi punto de vista?
c) ¿Le exijo constantemente a las personas como deben ser, según mi punto de vista?
d) ¿Qué es lo que me falta para
hacerme feliz?
e) ¿Realmente quiero ser feliz o quiero que los otros me hagan sentir feliz?
e) ¿Realmente quiero ser feliz o quiero que los otros me hagan sentir feliz?
f) ¿Me critico demasiado?
g) ¿Cómo me hablo a mí mismo?
h) ¿Permito que los demás me
traten de formas indignas o poco respetuosas?
Usa tu tiempo con sabiduría.
Todas estas preguntas te pueden
ayudar a reorganizar y orientar tu tiempo y dedicación hacia lo que realmente
quieres. Quizá te des cuenta de que quizá sería conveniente llenar tu vida con
nuevas ideas y nuevas formas de reaccionar; quizás darte más tiempo libre para
ti y para realizar lo que realmente deseas.
Puede ser que hayas visto la
forma severa en que te hablas o tratas o estás permitiendo que alguien te trate
como no te gusta sólo porque tienes miedo a cambiar o seguir otro rumbo.
También puede que consideres el ritmo con el que has vivido y qué tanto has
nutrido tu parte espiritual, lo cual consiste principalmente en aprender a ser
feliz y a sentirte libre y creativo. Vivir con prisas, acelerado, tenso, con
resistencia, etc. te exenta del disfrute y gozo de lo que realmente haces. Y
esto no te llevará sino a enfermarte tarde o temprano.
Estar dispuesto al cambio. Considerar
lo anterior es comenzar a tener disposición para un cambio mucho más placentero
en tu vida. El primer paso es darse cuenta de qué es lo que te está provocando
resistencia, disgusto o ganas de no querer “estar en el día”. Luego, debes
empezar a reorientar poco a poco tus actividades hacia lo que realmente quieres
o sientes que quieres ser o hacer. El simple hecho de querer reorientar tu vida
hacia lo que quieres comienza a despertar una energía en ti que activa la
fuerza curativa en tu cuerpo. Es como decirle al cuerpo con total convicción:
¡ahora sí quiero estar aquí!
¿Perdonar sana?
En realidad sí y es un paso
importante para sanar. Pero sólo si comprendes que es realmente perdonar.
Perdonar no es una acción forzada. Perdonar es un estado de comprensión. Significa,
a grandes rasgos, que te has dado cuenta de que nadie en esta vida sabrá
hacerte feliz, porque unos no saben ni cómo serlo y otros están muy ocupados en
sus propios dolores o carencias, o simplemente porque nadie tiene la obligación
de hacerte feliz. Así que ser feliz es tu responsabilidad.
Cuando entiendes en verdad esto,
entonces podrás notar que nadie te debe nada porque todos han hecho, dentro de
sus posibilidades, lo mejor que han podido. Estar enfocado en que alguien debió
ser de determinada forma o culpar a tus padres porque no te criaron de la forma
adecuada no tiene ningún sentido cuando en verdad quieres sanarte. Ningún padre
sabe cómo criar exactamente a un hijo, ni las personas que te rodean saben cómo
querer o relacionarse de forma armónica porque no lo han entendido en ellas
mismas. Así que empieza por ti; enfoca tu energía en encontrar lo que amas y te
complace, y verás como poco a poco el rencor sale de tu corazón.
No te desesperes mientras te
curas Si en verdad has puesto empeño a tu tratamiento y has considerado y hasta
empezado una nueva forma de ver y vivir la vida, y no ves cambios en tu salud,
no te desesperes. Piensa que tu cuerpo tomará el tiempo que sea necesario para
restaurarse, pero no pierdas de vista que te estás curando, pues si sanas tu
corazón y tu vida, tu cuerpo sin duda sanará.
Sé persistente y no dejes de enfocarte en lo que quieres lograr y en lo que amas, no pierdas de vista la imagen del hombre o mujer en que quieres convertirte. Si eres paciente contigo mismo y te empeñas en sanarte considerando todo lo que eres, tanto en tu aspecto físico como en el mental y el espiritual, la curación sin duda se dará.
Sé persistente y no dejes de enfocarte en lo que quieres lograr y en lo que amas, no pierdas de vista la imagen del hombre o mujer en que quieres convertirte. Si eres paciente contigo mismo y te empeñas en sanarte considerando todo lo que eres, tanto en tu aspecto físico como en el mental y el espiritual, la curación sin duda se dará.
TEMADICTOS. SAIKU
viernes, 10 de enero de 2014
lunes, 6 de enero de 2014
"El Camino más Fácil para Criar a tus Hijos" Mabel Katz
La Paternidad en estos Nuevos Tiempos con Ho'oponopono
La paternidad puede ser más fácil de lo que piensas,
mucho más gratificante y efectiva si solo recuerdas un par de verdades.
Ho´oponopono, una antigua forma de resolver problemas nos enseña que nuestras experiencias y memorias nublan la conciencia de quiénes somos realmente y cómo podemos crear la vida que deseamos. A medida que vamos creciendo y con cada día que pasa, adquirimos preocupaciones, temores e inseguridades que crean creencias limitantes basadas en juicios y opiniones. Finalmente, nos desapegamos de quienes somos realmente y comenzamos a perder nuestra conexión con la naturaleza y el universo de DIOS (nuestra pura fuente). Las preocupaciones, temores, inseguridades, juicios, opiniones y creencias, son solo “errores” y Ho´oponopono puede ayudarnos a borrarlos. Ho´oponopono es como la tecla de suprimir en el teclado de tu computadora. La mayoría de los problemas y dificultades que tenemos con nuestros hijos son controlados por nuestras memorias. Muchos de estos problemas son creados por programas en nuestro banco de memorias; comienzan a tocar y luego aparecen en nuestros monitores, los cuales nos hacen reaccionar con nuestros hijos de ciertas maneras. Nuestras reacciones son solo memorias repitiéndose.
Ho´oponopono, una antigua forma de resolver problemas nos enseña que nuestras experiencias y memorias nublan la conciencia de quiénes somos realmente y cómo podemos crear la vida que deseamos. A medida que vamos creciendo y con cada día que pasa, adquirimos preocupaciones, temores e inseguridades que crean creencias limitantes basadas en juicios y opiniones. Finalmente, nos desapegamos de quienes somos realmente y comenzamos a perder nuestra conexión con la naturaleza y el universo de DIOS (nuestra pura fuente). Las preocupaciones, temores, inseguridades, juicios, opiniones y creencias, son solo “errores” y Ho´oponopono puede ayudarnos a borrarlos. Ho´oponopono es como la tecla de suprimir en el teclado de tu computadora. La mayoría de los problemas y dificultades que tenemos con nuestros hijos son controlados por nuestras memorias. Muchos de estos problemas son creados por programas en nuestro banco de memorias; comienzan a tocar y luego aparecen en nuestros monitores, los cuales nos hacen reaccionar con nuestros hijos de ciertas maneras. Nuestras reacciones son solo memorias repitiéndose.
Una forma de que podamos borrar las memorias que
crean esos problemas (errores) con Ho´oponopono es decirle “GRACIAS” (apretar
la tecla de suprimir) en vez de resistirlas (hablarle al monitor).
Mi maestro, el Dr. Ihaleakalá Hew Len, con quién he estudiado durante 12 años, siempre dice que es más fácil enseñarle a una silla a hacer Ho´oponopono que a la gente, porque la gente piensa (intelecto). Estamos siempre pensando, comparando y contando historias. ¡Estamos siempre tratando de entender! Siempre me resulta más fácil enseñarles este concepto a los niños. No complican los asuntos con innecesaria racionalización ni sienten que necesitan entenderlo todo, ¡como nosotros! En realidad, tener niños en mis entrenamientos ha sido el mejor regalo para mí. Obtengo tanto amor y sincera confirmación de ellos, porque como tú sabes, los niños son mucho más honestos con sus sentimientos debido a que no han adquirido todavía todas las memorias que los controlan.
Cuando les digo a los niños: “Solo digan ´Gracias´ y luego suelten” se van contentos saltando y jugando repitiendo “Gracias”. Cuando le pido a los adultos que digan “Gracias” y luego suelten”, los adultos preguntan: “¿Cómo dices gracias? ¿Lo tengo que decir de verdad? ¿Lo tengo que sentir? ¿Tengo que pensar en algo mientras lo digo?” Estamos siempre tratando de entender pero no hay nada que entender; solo necesitamos hacerlo (solo aprieta la tecla de suprimir). ¿Estás de acuerdo, que los niños no analizan todo, solo lo hacen?
Mi maestro, el Dr. Ihaleakalá Hew Len, con quién he estudiado durante 12 años, siempre dice que es más fácil enseñarle a una silla a hacer Ho´oponopono que a la gente, porque la gente piensa (intelecto). Estamos siempre pensando, comparando y contando historias. ¡Estamos siempre tratando de entender! Siempre me resulta más fácil enseñarles este concepto a los niños. No complican los asuntos con innecesaria racionalización ni sienten que necesitan entenderlo todo, ¡como nosotros! En realidad, tener niños en mis entrenamientos ha sido el mejor regalo para mí. Obtengo tanto amor y sincera confirmación de ellos, porque como tú sabes, los niños son mucho más honestos con sus sentimientos debido a que no han adquirido todavía todas las memorias que los controlan.
Cuando les digo a los niños: “Solo digan ´Gracias´ y luego suelten” se van contentos saltando y jugando repitiendo “Gracias”. Cuando le pido a los adultos que digan “Gracias” y luego suelten”, los adultos preguntan: “¿Cómo dices gracias? ¿Lo tengo que decir de verdad? ¿Lo tengo que sentir? ¿Tengo que pensar en algo mientras lo digo?” Estamos siempre tratando de entender pero no hay nada que entender; solo necesitamos hacerlo (solo aprieta la tecla de suprimir). ¿Estás de acuerdo, que los niños no analizan todo, solo lo hacen?
¿Piensas que tus hijos están aquí para que les
enseñes, para decirles qué es lo correcto y perfecto para ellos? De hecho,
ellos son tus gurús y han venido a enseñarte. Están aquí para darte una
oportunidad de borrar aquellos programas. Si no sabes lo que es correcto para
ti, ¿cómo puedes saber que es correcto para ellos?
No hace mucho tiempo, una mamá vino a mí luego de
una conferencia y me comentó que su hijo quería decirme algo. El niño tenía 8
años y me dijo: “Le dije a mi mamá, ´gracias por traerme´. Voy a practicar esto
así tendré menos problemas cuando crezca”. Luego la madre me consultó sobre un
problema que tenía. Necesitaba mi consejo. Miré a su hijo y le pregunté: ¿Qué
le dirías a tu mamá? Y el niño respondió: “Le diría que no se preocupe tanto,
que no se lo tome tan seriamente”. Y luego le dije a la madre: “La próxima vez
que tengas un problema, ¡pregúntale a tu hijo!”
Tus hijos están en tu vida para mostrarte lo que necesitas trabajar en ti. No sientas temor de resolver problemas con ellos. Te asombrará su conexión con inspiración y cuán sabios son. En realidad saben mejor, porque son más puros y verdaderos respecto a sus sentimientos y pensamientos. ¡Solo están esperando que nosotros lo entendamos!
Los niños te observan; no te escuchan. El amor y la aceptación hacia uno mismo son fundamentales para nuestro bienestar. Lo mejor que podemos hacer por ellos es mostrarles que nos amamos y aceptamos como somos. Éste es el mejor regalo que le puedes ofrecer a tu hijo y esto los ayudara a evitar buscar el amor y la aceptación afuera, como nosotros lo hicimos.
El amor es el viento debajo de tus alas. Necesitas amarte a ti misma/o, ser feliz < y predicar con el ejemplo >.
Tus hijos están en tu vida para mostrarte lo que necesitas trabajar en ti. No sientas temor de resolver problemas con ellos. Te asombrará su conexión con inspiración y cuán sabios son. En realidad saben mejor, porque son más puros y verdaderos respecto a sus sentimientos y pensamientos. ¡Solo están esperando que nosotros lo entendamos!
Los niños te observan; no te escuchan. El amor y la aceptación hacia uno mismo son fundamentales para nuestro bienestar. Lo mejor que podemos hacer por ellos es mostrarles que nos amamos y aceptamos como somos. Éste es el mejor regalo que le puedes ofrecer a tu hijo y esto los ayudara a evitar buscar el amor y la aceptación afuera, como nosotros lo hicimos.
El amor es el viento debajo de tus alas. Necesitas amarte a ti misma/o, ser feliz < y predicar con el ejemplo >.
Padres amorosos crean hijos amorosos e hijos
amorosos crean un mundo de amor. Cuando desperté a esta verdad (era muy
escéptica y cerrada anteriormente), le dije a mis hijos: “Saben, Uds. pueden
ser felices ahora; no tienen que esperar como yo”. También les enseñé que
estaba bien que se pusieran a ellos en primer lugar y que hicieran lo que
funcionara para ellos. Sí, comprendo que esto suena un poco egoísta, pero lo
que descubrí fue que cuando haces algo por los demás o pones a los demás
primero (aun a tus hijos) si no funciona para ti, no funcionará para ellos .
Cuando tú estas bien, tus hijos están bien. No es al revés. La era del
sacrificio terminó. Necesitas despertar. Porque cuando tú eres feliz, tus hijos
van a ser más felices. No les puedes dar lo que no tienes.
¿Te gustaría saber cómo comunicarte con ellos más efectivamente? Todo lo que necesitan escuchar de ti es:
¿Te gustaría saber cómo comunicarte con ellos más efectivamente? Todo lo que necesitan escuchar de ti es:
“TE AMO, GRACIAS POR ESTAR EN MI VIDA”.
El mejor momento para decírselos es cuando están
durmiendo, sus mentes subconscientes te pueden escuchar. Cuando haces esto, tus
palabras van directamente a sus corazones. Aun si tu hijo ya no vive contigo,
¡háblale cuando sepas que está durmiendo!
Obtendrás mejores resultados. Si no lo sientes
decírselos en voz alta, hazlo mentalmente cada vez que pienses en ellos o
sientes que te estás enganchando o reaccionando con ellos. Funciona aun cuando
lo hagas entre dientes enojado/a. Recuerda, solo estás apretando la tecla de
suprimir, así que lo puedes hacer mentalmente y funciona aun si no lo dices de
verdad o lo sientes en ese momento. Cuando haces todo esto, te puedes relajar
porque le estás dando a alguien que los conoce mejor, el permiso para que los
cuide y se encargue de ellos. Tú realmente no sabes lo que tus hijos vinieron a
hacer y/o experimentar en esta vida. Agradece su existencia, y lo que vinieron
a ofrecerte y todos recogerán grandes frutos.
Cada vez que dices “gracias” o “te amo” (aun mentalmente cuando no lo sientes) en vez de reaccionar, tratar de controlar y preocuparte, le estarás entregando tus hijos a Dios para que los guie y los proteja. Recuerda, Dios creo a tus hijos y sabe qué es perfecto para ellos. Tú, no.
Los niños son el futuro y podemos cambiar el mundo ayudando a nuestros hijos a mantener su alegría a través del amor y la aceptación de sí mismos. Enseñándoles que están bien solo así como son, que poseen talentos únicos y que está bien ser diferentes. Es mi deseo que un día la infelicidad humana sea una excepción y no la regla. Creo en mi corazón que esto es posible y que con Ho´oponopono lo podemos lograr.
Cada vez que dices “gracias” o “te amo” (aun mentalmente cuando no lo sientes) en vez de reaccionar, tratar de controlar y preocuparte, le estarás entregando tus hijos a Dios para que los guie y los proteja. Recuerda, Dios creo a tus hijos y sabe qué es perfecto para ellos. Tú, no.
Los niños son el futuro y podemos cambiar el mundo ayudando a nuestros hijos a mantener su alegría a través del amor y la aceptación de sí mismos. Enseñándoles que están bien solo así como son, que poseen talentos únicos y que está bien ser diferentes. Es mi deseo que un día la infelicidad humana sea una excepción y no la regla. Creo en mi corazón que esto es posible y que con Ho´oponopono lo podemos lograr.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)